Florián Féliz murió la noche del sábado en un confuso incidente en el que, según las autoridades, un oficial se vio obligado a disparar contra el recluso para repeler una agresión en su contra.
El incidente se originó por la supuesta presencia de dos mujeres con las que Florián Féliz estaba compartiendo dentro de su celda en la cárcel de Najayo, en la provincia de la sureña provincia de San Cristóbal.
Los participantes en el sepelio, la mayoría jóvenes, lamentaban el fallecimiento del reo más popular que ha tenido el país, pero también el más conflictivo, por sus amenazas contra jueces, periodistas y abogados.
El féretro recorrió varias calles de la ciudad, donde miles de ciudadanos desafiaron la lluvia para dar el “último adiós” al ex presidiario, quien no pudo lograr su sueño de lograr su libertad bajo fianza de la condena a 20 años, de los que había cumplido 14.
El sepelio recordó el entierro del “capo” colombiano Pablo Escobar, el jefe del “Cartel de Medellín” que llegó a ofertar el pago de la deuda de su país.
Nacido en una comunidad rural de Barahona, Florián Féliz, de 49 años, fue velado en la funeraria “Los Ángeles”, en medio de expectativas de manifestaciones violentas, en rechazo a su muerte.
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